Desde el nino hasta el adulto necesita ser instruido para cumplir su mision como hijo de Dios. Es por eso que nos preocupamos en ensenar a nuestros hijos, jovenes y adultos como servir, con nuestros dones y talentos en la Obra de Dios y en el lugar donde el nos tiene en nuestro vecindario o comunidad. Somos la luz y la sal de esta tierra.